Me encantó Tokio. Eso sí, ¡es enorme!. La mejor forma de visitar los sitios de interés es en el Metro. Una vez que te aclaras con cuál es la salida que tienes que tomar, todo va bien. Eso sí, tienes que estar dispuesto a andar un montón porque el que en el plano del Metro diga que en una estación se unen varias líneas no significa que estén cerca unas de otras. Puedes llegar a andar hasta 500 metros de pasillos para llegar al andén que te interesa.
Pero volviendo a la ciudad, hay que verlo todo. En la zona del Palacio Imperial todos y cada uno de los árboles de los jardines están recortados de forma que parecen bonsais gigantes. También son gigantes los edificios que rodean la zona, que es el área de negocios de la ciudad.
Otro tip: el cruce de Shibuya. Te planteas cruzar a la otra acera y de pronto la marabunta se te viene encima. En serio: tuve que cruzar varias veces, la sensación es la misma que en el parque de atracciones.
Esta zona está llena de restaurantes y tiendas y es la plaza donde la gente joven de Tokio queda para salir de copas. Y está claro que la gente se divierte de la misma manera en todas partes del mundo.
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